La Certificación EDGE nace en el año 2014 por una iniciativa de la International Financial Corporation (IFC) del Banco Mundial para diversificar y profundizar las soluciones frente a la contaminación y emisiones que genera la industria de la construcción. Además de ofrecer esta respuesta frente al cambio climático, el objetivo fue desarrollar y consolidar atractivas alternativas de inversión para fomentar los negocios en el rubro de la sustentabilidad.
Una Certificación EDGE conseguida en diseño o en el nivel final de la obra no solo aporta una construcción sostenible y responsable con el ambiente, sino un ambiente sano para sus ocupantes y una propiedad con un valor agregado. Su acceso asequible le permite alcanzar países en vías de desarrollo, óptimos además para la inversión y que se encuentran en un punto álgido de urbanización, a fin de garantizar su crecimiento sustentable con inversiones.
Con un software libre y sencillo, la Certificación EDGE puede recibir el registro de todo tipo de edificios, como casas, edificios de viviendas, oficinas, hospitales, entre otros. La calificación y control del edificio registrado es llevada a cabo por un experto acreditado por EDGE, que se encarga de planificar junto al desarrollador las medidas estratégicas que apuntan a hacer más eficientes los consumos de agua, energía y la energía incorporada en los materiales utilizados en la obra. Estos son los tres puntos principales medidos por la certificación.
Para alcanzar la Certificación EDGE es necesario acreditar un 20% de ahorro en cada una de las tres aristas evaluadas, obteniendo así un certificado final. La opción Advanced reconoce a los edificios que alcancen un 40% de ahorros en cada punto y, finalmente, la categoría Zero Carbon certifica un 100% de ahorro energético y un 20% mínimo en las dos áreas restantes.
