En el marco global de la emergencia frente al cambio climático, Chile es uno de los países que mejor ha enfrentado la demanda, desarrollando su industria sustentable y trabajando en soluciones accesibles y asequibles para reducir las emisiones y difundir las buenas prácticas de convivencia para construir un mundo mejor de cara al futuro. En el caso de la construcción, prueba de ello es la Certificación de Vivienda Sustentable (CVS), creada e implementada a lo largo y ancho del país.
Este sistema voluntario fue puesto en práctica y ofrecido para que cualquier ciudadano, constructor o desarrollador de Chile pueda certificar su construcción como sostenible al implementar medidas y herramientas que aporten a reducir sus consumos o las emisiones que genera una construcción.
Las buenas prácticas de diseño en construcción de la Certificación de Vivienda Sustentable alcanzan a viviendas privadas o sociales de todo tipo, ya que pueden ser aisladas o estar emparejadas, sean edificios o condominios, de carácter rural o urbano. El objetivo finalmente es el mismo para todos los chilenos y chilenas: Crear viviendas más sustentables, espacios más saludables para ellos y reducir los gastos en energía y agua, al mismo tiempo que se contribuye con el cuidado del medio ambiente.
La Certificación de Vivienda Sustentable evalúa 6 áreas específicas: salud y bienestar, energía, agua, materiales y residuos, impactos ambientales y entorno inmediato. El encargado de corroborar estos puntos es un Asesor CVS oficial, detallados en un registro público para contactarlos, que registra el proyecto y evalúa la documentación final para entregar el sello al edificio en cuestión.
