La certificación WELL, desarrollada por el International WELL Building Institute, es una de las más recientes en el mercado de la construcción sustentable. Sus parámetros se asemejan en varios puntos a LEED o EDGE, las certificaciones del USGBC, también reconocidas por el Green Business Council Inc (GBCI).
La principal diferencia radica en la inclusión del bienestar de los ocupantes como factor fundamental para la certificación del edificio. La experiencia y salud de las personas que transiten y/o habiten el edificio es el punto central de la certificación WELL, con foco en la alimentación saludable, la incentivación al movimiento, el confort acústico, un entorno agradable y la búsqueda de la difusión de estos preceptos con la concientización a través de letreros o capacitaciones.
Al igual que LEED o EDGE, también toma en cuenta la calidad de aires interiores, consumos de agua y energía, así como la composición química o la emisión de los materiales utilizados en la construcción. La certificación WELL apunta a consolidar la calidad integral en diseño, edificio y personal para asegurar un bienestar óptimo además de una construcción sustentable.
La versión actual se compone por diez indicadores puntuables, a saber: aire, agua, iluminación natural, acústica, confort térmico, movimiento, materiales, alimentación, mente y comunidad. Su nivel se califica de manera similar a las demás, la certificación WELL se categoriza en Plata con 5 o 6 puntos de calificación, al alcanzar 7 u 8 es nivel Oro y, finalmente, el nivel Platino requiere de un scorecard de 9 o 10 puntos.
